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Las lagartijas de lava de Galápagos, al igual que el león marino, es uno de esos animales de Galápagos con los que todos los visitantes se encontrarán, pero a diferencia del león marino, es extremadamente difícil de avistar. La lagartija de lava se encuentra en todas las principales Islas Galápagos en cantidades significativas, con la excepción de las islas Genovesa, Darwin y Wolf.
HABLA CON UN EXPERTO EN DESTINO
Diego Zapata
Rosa Mena
Sandy Lara
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Descripción general
Se cree que las lagartijas de lava de Galápagos, similares a los pinzones de Darwin, son un excelente ejemplo de la teoría de la evolución de Charles Darwin por selección natural. Hay pruebas firmes que respaldan la idea de que las siete evolucionaron a partir de una sola especie, ya que cada especie muestra ligeras variaciones en forma, color y comportamiento, de acuerdo con el entorno en el que se encuentran. Además, seis de las siete especies se distribuyen entre seis islas diferentes, con una sola especie habitando cada isla. Esto sugiere que cada especie evolucionó de forma aislada, separada por barreras físicas e incapaz de cruzar a otra isla. Más interesante aún es que la séptima especie habita en todas las islas occidentales y centrales. Los científicos creen que estas islas estaban todas conectadas en un punto durante un período de niveles bajos del mar. Por lo tanto, es probable que esta especie también haya evolucionado de forma aislada, pero en un área masiva, que eventualmente se dividió en varias islas diferentes.
Sin embargo, las diferencias que muestran estas lagartijas son mínimas y, si no fuera por el hecho de que no existen dos especies en la misma isla, sería casi imposible identificarlas. Generalmente son lagartijas pequeñas, de alrededor de 5 a 6 pulgadas de largo, pero pueden crecer hasta un pie de largo y se caracterizan por sus colas largas, cuerpos delgados y cabezas puntiagudas. Su color, marcas y tamaño no solo difieren entre especies sino también dentro de las especies. Algunas son bastante brillantes y de hermosos colores, moteados de cobre o mostrando rayas doradas. Sin embargo, sus colores pueden variar drásticamente, desde el gris hasta el verde, el marrón o el negro. En general, el macho es más grande que la hembra y de colores más llamativos, aunque la hembra puede reconocerse por su garganta roja. Estas variaciones generalmente dependen del hábitat donde vive la especie.
Comportamiento
Si bien las lagartijas de lava de Galápagos no tienen temor hacia los humanos y uno se puede acercar fácilmente a ellas, son muy territoriales entre su propia especie. Los machos protegen áreas de hasta 400 metros cuadrados, que típicamente incluyen territorios de varias hembras. Para proteger su territorio, las lagartijas de lava machos hacen "flexiones" en espacios muy visibles para amenazar a las lagartijas intrusos. Los machos también mueven la cabeza para disuadir a otros machos de intentar luchar por el territorio. Si esto no funciona, su demostración incrementa hasta abofetear la cola e incluso llegando a morder. Las hembras también hacen “flexiones” para proteger su territorio, pero lo hacen con menor agresividad.
Estas demostraciones generalmente aumentan durante la temporada de reproducción (picos durante la estación caliente) en la que los machos se aparean con todas las hembras que pasan por su territorio y, por lo tanto, trabajan especialmente duro para protegerlas de otros machos. Las hembras ponen entre tres y seis huevos del tamaño de una arveja aproximadamente cada mes. Estos se colocan en el suelo a una gran profundidad, y los bebés se cuidan solos una vez que emergen de 3 a 12 meses después, según la especie.
Mecanismos de defensa de las lagartijas de lava de Galápagos
Las lagartijas de lava de Galápagos tienen dos mecanismos altamente efectivos para protegerse contra los depredadores. El más simple es el camuflaje. Si el animal se siente amenazado (o experimenta un cambio de temperatura), la lagartija puede cambiar de color para mezclarse mejor con su entorno. Sin embargo, una de sus características más intrigantes es su capacidad de dejar caer la cola cuando un depredador la agarra. Luego, la cola continúa moviéndose para distraer a la presa, lo que permite que la lagartija escape. Las lagartijas de lava de Galápagos pueden regenerar sus colas, pero muy rara vez vuelven a crecer a la longitud original. Esto puede perjudicar sus posibilidades de reproducción, ya que las parejas potenciales se sienten atraídas por las colas más largas; sin embargo, esta es una herramienta esencial para salvar a las lagartijas y les permite vivir hasta diez años.
Javier Garcia
Eduardo Silva
Carolina Escobar
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Aunque estos lagartos parecen no ser tan importantes, desempeñan un papel vital en el control de las poblaciones de insectos, como la langosta pintada, así como de polillas, moscas, escarabajos, arañas y hormigas. También se sabe que comen plantas durante los períodos de sequía. Gracias a su dieta variable, el lagarto de lava no se ha visto tan afectado por fuertes episodios de El Niño y el calentamiento global como otros animales en las Islas Galápagos. Afortunadamente, la especie no enfrenta ninguna amenaza inmediata, excepto la presencia de depredadores introducidos como ratas, gatos y perros. Las islas donde es más fácil observarlos son Española, Floreana, San Cristóbal, Seymour Norte, Isabela, Santiago y Fernandina. Visita nuestro tours a Galápagos donde se incluyen estas islas!
Blog revisado por: Francisco Dousdebés
Créditos de imagen: Francisco Dousdebés
