Aunque la vida salvaje es el atractivo típico, existen otros aspectos igualmente fascinantes del mundo natural de Galápagos. Estos incluyen las propias islas, su naturaleza volcánica y la forma única en que se formaron desde una perspectiva geológica. Lo que también es intrigante es que las diferentes edades geológicas del archipiélago juegan un papel intrínseco en la historia evolutiva de las islas. Aprende sobre los volcanes de Galápagos y su interesante historia.
HABLA CON UN EXPERTO EN DESTINO
Diego Zapata
Rosa Mena
Sandy Lara
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¿Cómo se forman los volcanes?
Los volcanes son áreas donde la corteza terrestre es más delgada o más activa que en otros lugares y que permite el escape del magma líquido. A medida que rompe la superficie de la tierra, se convierte en lava, que luego se enfría y se convierte en roca nueva. Las erupciones repetidas pueden formar conos de lava que conforman la forma distintiva de los volcanes activos. Los volcanes se presentan de dos formas: pueden formarse donde dos placas tectónicas se empujan entre sí, como es el caso de los volcanes que forman el cinturón de fuego del Pacífico, o pueden formarse en una sección delgada de una placa tectónica donde existe un chorro fijo de magma llamado penacho de magma. Este fenómeno se llama punto caliente y es la forma en que se formaron cadenas de islas volcánicas como Hawái y Galápagos.
¿Cómo funciona un punto caliente?
Un punto caliente requiere dos condiciones para formar volcanes: necesita una sección delgada de una placa tectónica (esto generalmente significa lecho marino, ya que los continentes son mucho más gruesos), así como un chorro fijo de magma llamado penacho de magma. Este es un lugar donde el magma se dispara constantemente contra la roca en el mismo lugar debido a las corrientes internas de la tierra. La columna de magma funciona como un grifo caliente sobre un bloque de hielo; en lugar de derretir toda el área, creará un agujero en la superficie. A medida que el magma rompe la superficie y se derrama sobre el fondo del océano, se enfría y forma una capa de roca. La próxima gran ola de magma creará una segunda capa de roca sobre la primera, y esto continuará hasta que el magma haya formado una montaña submarina con un agujero en el centro para la columna de magma. Esto se convierte en un volcán en escudo y, en última instancia, en una isla.
Las placas tectónicas son la razón por la que los puntos calientes forman una cadena de islas completa en lugar de un solo volcán. A medida que las placas se mueven gradualmente, el centro del volcán se aleja más del flujo activo de la columna de magma y eventualmente se vuelve inactivo. Sin embargo, la columna de magma comenzará a desgastar una nueva sección del lecho marino que ahora se ha movido sobre la parte superior de la columna de magma una vez que sea más fácil que fluya directamente hacia arriba que moverse hacia los lados y fuera del agujero volcánico anterior. Entonces se forma una segunda isla. Por eso tenemos una serie de conos y no una sola fosa volcánica.
La historia volcánica de las Islas Galápagos
Las Islas Galápagos se asientan en la esquina superior occidental de la Placa de Nazca, que se mueve hacia el sureste aproximadamente al ritmo que crecen las uñas. Su ubicación tectónica también está cerca del centro de expansión que divide la Placa de Nazca de la Placa del Pacífico. Española y Santa Fe son las dos islas más antiguas y se cree que tienen entre 3,5 y 4 millones de años. La isla Fernandina es la isla más al este y la más joven con aproximadamente 0,7 millones de años. Todas las islas tienen un solo cono, a excepción de la isla Isabela, que se formó por una cadena de seis volcanes activos de Galápagos. Actualmente, se cree que el penacho está hacia el oeste y bajo el agua entre Fernandina e Isabela. Al juntar todas estas fuerzas, es fácil entender por qué los archipiélagos volcánicos son tan increíblemente interesantes.
Debido a que las islas se formaron como una cadena, las edades volcánicas varían según el lugar donde se encuentran; las islas occidentales tienen rocas más jóvenes, mientras que las islas orientales tienen rocas más antiguas. Los paisajes, por tanto, son bastante variados según el lugar en el que te encuentres. Para aquellos exploradores que se consideren “geoturistas”, los paisajes volcánicos aquí satisfarán los intereses más exigentes.
¿Qué volcanes de Galápagos siguen activos?
Existen 12 volcanes en Galápagos, que van desde inactivos hasta regularmente activos. Estos incluyen:
- Pinta: este volcán inactivo se encuentra en una isla del mismo nombre. Entró en erupción por última vez en 1928.
- Marchena: este volcán recientemente se considera inactivo, pero entró en erupción por última vez en 1991. Tiene una de las calderas (lagos volcánicos) más grandes de las islas.
- Genovesa: la cima de este volcán se encuentra justo al nivel del mar, y contenía lava muy joven de aspecto fresco. Sin embargo, no se han producido erupciones registradas.
- Wolf: aquí es donde encontramos el punto más alto de todos los volcanes de Galápagos y está ubicado en la Isla Isabela. Estalló asombrosamente en 2015 y lo ha hecho cuatro veces desde la década de 1970. Tiene laderas más empinadas y una mayor proporción de flujo de lava durante las erupciones que los otros volcanes de Galápagos en el archipiélago.
- Ecuador: este volcán se encuentra en el ecuador por el cual ha sido nombrado. Es parte de la cadena de volcanes de la isla Isabela. Se considera inactivo y se cree que entró en erupción por última vez alrededor de 1150. Al navegar a lo largo de su costa, serás testigo de su caldera colapsada con muchas características, como bancos volcánicos y un vasto suelo de caldera.
- Darwin: este joven volcán en la isla Isabela recibió su nombre por el científico que hizo que las Galápagos fueran mundialmente famosas. Entró en erupción por última vez en 1813.
- Santiago: esta isla volcánica entró en erupción por última vez en 1906. Darwin, al explorar los flujos de lava de este volcán, pudo encontrar fragmentos de tarros de mermelada incrustados en la lava dejados por bucaneros que partían de la isla en el siglo XVII.
- Fernandina: considerado el más activo de los volcanes de Galápagos, entró en erupción por última vez en 2009 y se encuentra en una isla del mismo nombre.
- Alcedo: el más bajo y pequeño de los volcanes de Isabela, entró en erupción por última vez en 1993. Es un volcán único porque es el único que ha producido piedra pómez como resultado de erupciones muy violentas.
- Santa Cruz: este volcán inactivo es uno de los más antiguos de la cadena de islas y se desconoce la fecha de su última erupción. La Bahía de la Academia, famosa por su pueblo Puerto Ayora y por la Estación Científica Charles Darwin, es un gran lugar para observar muchas fallas que han resultado en la caída de esta área.
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- Santa Fe: se cree que este antiguo volcán entró en erupción por última vez durante la era del Pleistoceno.
- Cerro Azul: el nombre de este volcán significa montaña azul. Se asienta sobre Isabela y es uno de los más activos del archipiélago. Se han registrado una docena de erupciones desde 1850, la más reciente de 2008.
Javier Garcia
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Carolina Escobar
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Blog revisado y editado por: Francisco Dousdebés
Imágenes cortesía de: Francisco Dousdebés
