Revoloteando y chapoteando en el océano como piedras que saltan al azar, los peces voladores de Galápagos emergen con frecuencia de las profundas aguas azules para sorpresa y deleite de nuestros huéspedes. No es tan raro verlos chapoteando junto al crucero Santa Cruz II Galápagos y, ocasionalmente, por la noche, ¡los huéspedes pueden tener la suerte de ver un grupo de tiburones tintoreras que frecuentan las cercanías del Santa Cruz II para participar en un buffet de peces voladores en Galápagos!
Vídeo cortesía de la BBC
Pez volador en Galápagos: una habilidad notable
Quizás el nombre en sí sea un poco engañoso, ya que estos peces no necesariamente vuelan en el sentido común de la palabra. En cambio, los peces voladores en Galápagos exhiben lo que podría considerarse como "deslizarse" sobre las aguas de Galápagos. Lo que uno podría percibir como alas son en realidad gigantescas aletas pectorales. Con la ayuda de su cola (que actúa como una especie de hélice, capaces de batir hasta 50 veces por segundo), los peces voladores de Galápagos son capaces de alcanzar velocidades de hasta 48 kph/30 mph antes de salir del agua y extender sus aletas. Esta habilidad única les permite viajar cientos de metros/yardas para huir de los depredadores tenaces y rápidos que los persiguen bajo el mar.
Las aves pelágicas de Galápagos no dudarán en aprovechar la oportunidad para descender en picada y atrapar a estos peces voladores de Galápagos, lo que genera una situación extremadamente frenética cuando se trata de evadir a los depredadores, tanto bajo el agua como sobre su cabeza. A menudo, accidentalmente volarán directo a las bocas de aves grandes como las fragatas, los piqueros de patas rojas (ambos miembros de nuestra lista BIG15 de especies icónicas en Galápagos) y las aves tropicales de pico rojo.
HABLA CON UN EXPERTO EN DESTINO
Diego Zapata
Rosa Mena
Sandy Lara
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Pez volador en Galápagos: una adaptación impresionante
Uno solo puede imaginar cómo estos peces llegaron evolucionaron con el paso del tiempo. Quizás comenzó con un gran banco de peces en el que algunos tenían aletas un poco más grandes que el resto. Al ser perseguidos por depredadores, solo aquellos con aletas más grandes lograron escapar con éxito. Los peces con aletas más pequeñas fueron devorados y los peces con aletas más grandes sobrevivieron y lograron reproducirse entre sí. Al ser perseguidos por depredadores de aletas más grandes, estos mismos peces comenzaron a saltar fuera del agua mientras intentaban escapar de sus depredadores, incrementando así sus posibilidades de escape.
Una característica notable que surge de este proceso evolutivo es la presencia de arcos neurales completamente ensanchados, los cuales actúan como sitios de inserción para músculos, tejidos y ligamentos que se encuentran en todo el esqueleto de un pez. Al final, la presencia de estos arcos neurales más amplios permite que los peces voladores de Galápagos mantengan sus cuerpos rígidos mientras están en el aire, lo que les otorga propiedades aerodinámicas cuando están fuera del agua.
Javier Garcia
Eduardo Silva
Carolina Escobar
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