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La tortuga gigante de Galápagos es una de las especies más icónicas que habitan las famosas Islas Galápagos por muchas razones. Estos reptiles monstruosos pueden llegar a pesar hasta 550 libras y vivir hasta 150 años. Sin embargo, si bien este colosal reptil es uno de los vertebrados más grandes y más longevos del mundo, también uno de los más raros.
HABLA CON UN EXPERTO EN DESTINO
Diego Zapata
Rosa Mena
Sandy Lara
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Las tortugas gigantes alguna vez cubrieron gran parte del mundo, habitando todos los continentes excepto la Antártida y Australia; desafortunadamente, solo dos grupos de unos pocos miles de tortugas gigantes vagan por el mundo hoy en día– uno en las Islas Galápagos y otro en el archipiélago africano de Seychelles. Para poner esto en perspectiva, en un momento dado, un cuarto de millón de tortugas gigantes habitaba el archipiélago de Galápagos, pero desde entonces este número se ha reducido a 3.000. Los científicos no tienen forma de saber la causa exacta de su extinción casi global; sin embargo, no cabe duda que este fenómeno coincide con la llegada y expansión de la humanidad, lo cual es particularmente cierto para los especímenes de Galápagos.
Selección natural y adaptación de la tortuga gigante de Galápagos
11 subespecies de tortugas gigantes de Galápagos viven actualmente en el archipiélago, frente a las 14 o 15 originales que habitaban las islas. Sin embargo, las tortugas se dividen comúnmente en dos grupos generales: tortugas de caparazón abovedado y caparazón de silla de montar , y en la naturaleza auténtica de las Islas Galápagos, su pertenencia a estos grupos está determinada por el entorno en el que viven. Las tortugas que viven en islas que experimentan menos precipitaciones son más pequeñas que las que viven en islas con mayores índices de precipitación. Además, tienen extremidades más largas y delgadas, y un caparazón en forma de silla de montar muy distintivo, que se eleva sobre el cuello y las patas traseras, en comparación con el caparazón grande y redondeado de las tortugas de caparazón abovedado.
Estas características muy distintas están directamente relacionadas con los hábitats en los que viven las tortugas. La vegetación en las islas más secas es mucho menos abundante, pero más específicamente, tiende a ubicarse a cierta altura sobre el suelo. Por ejemplo, uno de los tipos de vegetación más comunes son los cactus, que producen frutos hacia la parte superior de la planta. Como resultado, la tortuga que es capaz de llegar más alto (gracias a sus largas patas y la capacidad de extender el cuello hacia arriba) y obtener más frutos es más saludable y tiene más éxito reproductivo. Curiosamente, estas dos características han sido adaptadas por varias subespecies diferentes en varias islas, lo que demuestra que es una adaptación enormemente exitosa. Por otro lado, las tierras altas de Santa Cruz, por ejemplo, donde viven cientos de tortugas de caparazón abovedado, son ricas en flora y una cubierta vegetal frondosa. Por lo tanto, el caparazón de silla de montar es simplemente redundante y aumenta la exposición de las tortugas a los depredadores.
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Ascendencia
La tortuga gigante de Galápagos es el resultado de un fenómeno llamado gigantismo insular, que en realidad es bastante común entre las poblaciones de las islas. Los expertos creen que las primeras tortugas en el archipiélago tenían lo que llamaríamos un tamaño de tortuga normal. Sin embargo, generaciones después de llegar a las islas, prácticamente sin restricciones debido a la falta casi total de depredadores y la competencia limitada, las tortugas evolucionaron a tamaños de mamut. Su tamaño inusualmente grande les brinda varias ventajas distintas y, de hecho, las equipa mejor para vivir en climas volátiles, como el de Galápagos. Debido a su gran tamaño, las tortugas tienen mayores reservas de grasa y agua para protegerlas en tiempos de escasez, lo que les permite sobrevivir durante más de un año entero sin comida ni agua dulce (incluyendo un área en la raíz del cuello específicamente diseñada para almacenar agua). También tienen una mayor capacidad para regular la temperatura de su cuerpo, y su proporción entre superficie-volumen les permite nadar con mayor facilidad entre islas para expandir su hábitat.
Javier Garcia
Eduardo Silva
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Observa a una tortuga gigante de Galápagos pastar todo tipo de plantas en las tierras altas de la isla Santa Cruz
Comportamiento
Los turistas a menudo quedan encantados de ver un pajarito posado en los caparazones de las tortugas gigantes de Galápagos, lo que lo convierte en una foto perfecta. Sin embargo, esto es en realidad parte de una importante relación mutualista entre las aves de Galápagos y las tortugas gigantes. Los pájaros brujo y los pinzones de Darwin comúnmente aterrizan en el caparazón de las tortugas y comienzan a picotear los insectos que viven en sus grietas. También se los puede ver bailando frente a las tortugas para llamar su atención, luego de lo cual la tortuga extenderá su cuello o extremidades para permitir que el ave se alimente de las garrapatas que se esconden en lugares que de otro modo serían inaccesibles para la tortuga. De esta manera, el ave recibe alimento gratis mientras que la tortuga recibe un baño gratis.
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