Fragatas y piqueros en Seymour Norte

Las Islas Galápagos son muchas veces un lugar tan único y maravilloso en el mundo que fácilmente pueden superar tus expectativas. Si tienes mucha suerte – lo que puede ser común en el archipiélago – es posible que veas una cantidad increíble de las especies de nuestra lista BIG15 y algunos paisajes increíbles en una breve visita. ¡En esta ocasión, pudimos ver algunas increíbles fragatas y piqueros de Seymour Norte en acción!

Desembarque

Lo que la mayoría de los visitantes no saben es que la Madre Naturaleza nos tiene una sorpresa esperándonos en cada isla en la que desembarcamos. Esta vez en la Isla Seymour Norte no fue la excepción. En esta ocasión tuvimos un par de huéspedes que habían decidido quedarse con nosotros siendo parte de dos itinerarios e incluso para ellos – que ya habían visitado muchas islas con nosotros en los últimos días – resultó ser un día increíble. La verdad es que nunca hay un día aburrido en Galápagos.

Después de un aterrizaje húmedo un poco precipitado, pero aventurero, en un muelle natural hecho de hermosas rocas negras, subimos un par de escalones naturales hacia el sendero. Allí mismo y por toda la línea de costa siguiendo los pequeños acantilados había múltiples gaviotas de cola bifurcada. Algunas estaban de pie solas, mientras que otras estaban de pie en parejas, grupos grandes o pequeños grupos. Echamos un vistazo a algunas de ellas volando o durmiendo, e incluso pudimos ver algunos lindos polluelos con sus plumas esponjosas en exhibición.

Creo que a los animales de Galápagos no les sorprende tanto nuestra presencia como nosotros la de ellos.

Barrio peligroso

Continuamos nuestro camino siguiendo el sendero y dejando atrás a las gaviotas. Pero no había pasado ni un minuto antes de que empezáramos a ver muchas otras especies por todo el lugar en grandes cantidades. Había fragatas, tanto reales como comunes, por todas partes. Algunos volaban buscando robar una captura de otras aves, mientras que otros simplemente estaban posados en un arbusto o árbol. Había un montón de fragatas machos que mostraban con orgullo sus enormes y coloridas bolsas rojas, tratando de encontrar una hembra con la que aparearse. Otras parejas afortunadas de fragatas dormían tranquilamente una al lado de la otra encima de su nido. Algunos estaban empezando a construir su nido, y pudimos observarlos cargando pequeñas ramas que luego usarían para hacer el nido fuerte y resistente. Algunos machos estaban sentados en su propio club de solteros cantando e intentando impresionar a cualquier hembra atrevida que pasara volando. Todas estas hermosas fragatas decoraron el paisaje con sus movimientos y hermosos tonos negros, blancos y rojos.

Nación azul

Finalmente, una de las últimas especies que llamó nuestra atención fue el piquero de patas azules. Tuvimos la oportunidad no solo de verlos en gran número, sino que también vimos muchos polluelos de piqueros de patas azules. Al igual que las fragatas, estaban ocupados en sus actividades diarias, como volar y encontrar comida, mientras escapaban de las traviesas fragatas que siempre intentan robar su presa, o simplemente se despertaban perezosamente en tierra con su característica forma de caminar.

También pudimos verlos hacer sus asombrosos movimientos como parte de su famoso ritual de apareamiento. El piquero macho mostró sus imponentes patas azules para tratar de impresionar a la hembra. Cuanto más azules sean los pies, mayor será la posibilidad de encontrar pareja. Y no muy lejos de la escena del baile, incluso atrapamos a una pareja de piqueros con las manos en la masa mientras se apareaban (¡perdón por interrumpir, muchachos!). Sin embargo, el evento terminó muy pronto, pero nuestros huéspedes se divirtieron mucho con él (y también con algunas fotos increíbles para llevarse a casa).

Fue increíble ver tanto movimiento en un solo lugar. Esta visita a Seymour Norte definitivamente elevó el listón y al mismo tiempo marcó la pauta para todas nuestras otras aventuras que estaban por venir.