La Hora del Planeta 2017

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Tener el privilegio de disfrutar de un cielo nocturno libre de luz es bastante raro. Hoy en día, algunos podrían incluso considerar la ausencia de luz como un verdadero lujo. La electricidad nos ha facilitado la vida en más formas de las que nos damos cuenta – solo trata de pensar en tu vida sin computadoras, televisores, refrigeradores, postes de luz o esa pequeña bombilla que ilumina tu baño, cocina u oficina. La electricidad nos ha liberado pero también nos ha atrapado bajo un cielo nocturno contaminado por luz artificial. De hecho, las áreas urbanas tienen tanta luz ahora que los cielos nocturnos ya no son visibles y la gente a menudo incluso olvida que las estrellas están allí.

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Este problemático fenómeno es, en parte, una de las razones para la creación de la Hora del Planeta.

Según la Agencia Internacional de la Energía, el 16% de la población mundial actual no tiene acceso a la electricidad. Eso es 1.200 millones de personas que no han podido experimentar a diario algunas de las ventajas de la modernidad. En algunas partes del mundo, tendemos a dar por sentado este privilegio. Si nos detenemos a pensarlo, en realidad no necesitamos consumir tanta energía como estamos acostumbrados. Y hay algunas ventajas bastante hermosas que se pueden encontrar al apagar las luces.

Vista nocturna de la Tierra
NASA image acquired April 18 – October 23, 2012

La Hora del Planeta: Dónde nos encontramos

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) se encarga de organizar la Hora del Planeta. El evento se originó en 2007 en Sídney, Australia, cuando 2,2 millones de personas y más de 2.000 empresas decidieron colectivamente apagar las luces durante una hora. Esto se dio como un llamado a la acción para el cambio climático, mostrando cuán preocupadas estaban las personas por el medio ambiente y nuestro mundo. Si pasamos a 2017, más de 135 países se han unido a esta causa, que este año tendrá lugar el sábado 25 de marzo de 8:30 p.m. a 9:30 p.m.

La Hora del Planeta se creó no solo para recordarnos que tenemos que hacer una pausa en nuestro estilo de vida acelerado y agitado, sino también para ayudarnos a darnos cuenta de cómo nuestros hábitos de consumo están afectando el mundo que nos rodea. El hashtag de la campaña de este año es #ChangeClimateChange, desarrollado con la intención de promover el evento a nivel mundial, a través de las redes sociales.

La oscuridad es nuestra aliada

Este 11vo aniversario de la Hora del Planeta no solo pretende reducir la cantidad de energía que usamos, sino también reducir la cantidad de contaminación lumínica que experimentan las ciudades.

Se ha demostrado que la luz artificial tiene un impacto dramático en los patrones de sueño y los ciclos naturales que se encuentran en los ecosistemas. Resulta que el 80% de la población humana vive bajo cielos nocturnos inundados de luz artificial. En los países europeos y América del Norte, ese porcentaje salta al 99%, donde los habitantes apenas pueden ver la Vía Láctea por la noche. En ciudades como Singapur, realmente es imposible ver las estrellas.

Países de África como Chad y Madagascar, por otro lado, tienen cielos completamente despejados por la noche.

Perdido en la luz de Sriram Murali en Vimeo.

El Día de la Tierra, en parte, sirve como un recordatorio de cuán urgentemente necesitamos crear conciencia sobre la contaminación lumínica. Si bien es algo que podemos resolver de inmediato (apagando las luces), sus consecuencias, como la pérdida de biodiversidad e incluso de cultura, no son tan fáciles de solucionar.

En España, allá por 2007, nuestra visión de las estrellas se volvió tan polémica que derivó en la Declaración en Defensa del Cielo Nocturno que afirmaba que el cielo nocturno es “un derecho inalienable de la humanidad”. Después de todo, los cielos nocturnos y las estrellas que albergan han inspirado a innumerables civilizaciones a progresar y avanzar.

Y no solo es importante para la humanidad, sino también para todas las especies que dependen del cielo nocturno. Desde pájaros que usan las estrellas como brújula natural hasta insectos que son muy sensibles a la luz y hasta el ciclo de apareamiento de ciertas especies, el cielo nocturno tiene una conexión primordial y profundamente arraigada con muchos seres vivos. Nuestro ritmo circadiano incluso se ve afectado por la contaminación lumínica que emerge de nuestros dispositivos portátiles, cuyas consecuencias se ha demostrado que desequilibran nuestros relojes biológicos y hormonales.

Teniendo todo esto en cuenta, es más fácil para nosotros dar un paso atrás y apreciar lo que significa apagar las luces. Durante la Hora del Planeta, nos vemos obligados a salir de nuestro yo tecnológico y tratar de ver y sentir nuestro entorno con nuestros sentidos y no con nuestra razón. De repente, nos damos cuenta de lo fácil que es existir sin nuestros teléfonos y nuestra constante necesidad de conexión y distracción. Incluso podríamos darnos cuenta del nuestro nivel de adicción a nuestros dispositivos.

Apagar todo permite que los humanos se relacionen a la antigua – a través de la conversación y el contacto visual.

¿Qué tal un AÑO de la Tierra? ¡365 días de prácticamente cero contaminación lumínica en Galápagos!

Pastel Celebrando La Hora Del Planeta A Bordo Del Santa Cruz Ii.
Our crew aboard Santa Cruz Cruise created a celebratory cake in honor of Earth Hour

Aunque el resto del mundo solo apagará las luces durante una hora, la Hora del Planeta es algo cotidiano. A bordo del Crucero Santa Cruz II, lejos de los pocos centros urbanos que existen en las islas, podrás tener el lujo de un cielo nocturno sin luz. Si el tiempo lo permite, te recomendamos que participes en nuestras actividades nocturnas de observación de estrellas. Tenga en cuenta que Galápagos se encuentra en el ecuador, lo que significa que podemos ver las constelaciones del hemisferio norte y sur simultáneamente.

Con la ayuda de nuestro software especializado Stellarium, nuestros guías pueden detectar los objetos más interesantes en el cielo. Una sesión informativa previa a nuestra actividad de observación de estrellas tendrá lugar dentro de una sala de luz tenue, con el fin mantener nuestros iris completamente abiertos y permitirnos ver el cielo nocturno con mayor claridad. Una vez que nos separamos en pequeños grupos en la cubierta, nuestros guías utilizarán rayos láser verdes para facilitar la detección de objetos celestes en las vastas y estrelladas noches de Galápagos.

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Actualizado:febrero 14, 2024

Publicado:marzo 24, 2017

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