Experiencia a bordo del Yate Isabela II: Ballenas jorobadas en la Isla Fernandina

Fernandina es uno de los sitios de visita más hermosos que nuestros huéspedes tienen la oportunidad de visitar. No solo por el impresionante volcán en escudo que emerge en el fondo como parte de un gran escenario espectacular, sino también porque tienen la oportunidad de ver algunas de las especies más raras de Galápagos, como el cormorán no volador (una especie nuestra lista Big15 de Galápagos).

Debe haber muy pocos lugares en el mundo donde sientas que no ha habido ninguna intervención humana. O donde encontrarás naturaleza y vida salvaje en su estado más virgen. La hermosa lava Pahoe hoe y Aa cubre la isla y poca vegetación – salvo por algunos cactus de lava, manglares y arbustos endémicos – crece en sus suelos aún infértiles. Fernandina es tan remota que no puedes evitar sentirte como un verdadero explorador. Sin embargo, Galápagos esconde sorpresas en cada esquina. Cada día es único y este día en particular no sería la excepción. Poco sabíamos que justo antes de desembarcar una sorpresa de enormes proporciones nos estaría esperando frente a nuestra casa en el mar, el Yate Isabela II. .

Debido a que nuestro equipo siempre está atento a la vida salvaje inesperada que se nos acerca, vieron dos mamíferos de aspecto majestuoso a lo lejos. Una madre ballena jorobada y su cría nadaban tranquilamente en las seguras aguas de Galápagos. ¡Y qué manera para que nuestros huéspedes comiencen su visita a Galápagos! ¡Ballenas en Isla Fernandina!

Fernandina, la isla más joven de todas

Visitamos Fernandina en nuestro Itinerario de las Islas del Norte. Fernandina es la isla más hacia el oeste del archipiélago de Galápagos y también resulta ser la más joven. Las Galápagos están ubicadas en la parte superior de una pluma mantélica caliente que, a diferencia de un punto caliente, tiene diferentes patrones de movimiento debajo de la corteza terrestre que siguen diferentes tendencias. El archipiélago se encuentra en lo alto de una zona con múltiples grietas de la placa de Nazca, sobre la cual sale lava. Es por eso que las Galápagos siguen una especie de patrón cuadrado y no una línea como el archipiélago de Hawái. Hawái se mueve hacia el noroeste con la placa del Pacífico, ya que el punto caliente permanece en el mismo lugar; mientras que en Galápagos, la lava sale por diferentes grietas mientras el manto se mueve debajo de ella. Por su ubicación en el límite occidental del archipiélago, la corriente de Cromwell (que viaja de oeste a este) choca contra las paredes submarinas de las islas y se dirige aguas arriba en lo que se denomina un afloramiento. Esta corriente muy fría que viene del fondo del océano también está llena de alimento y nutrientes. El agua atrae a varias especies, como las ballenas jorobadas que, durante la temporada de lactancia, encuentran seguridad frente a los depredadores en las ricas aguas de Galápagos.

¡Visita Fernandina por ti mismo!

Los caminos de la madre naturaleza

Nuestros huéspedes estaban por terminar su desayuno gourmet del Yate Isabela II y se preparaban para la excursión del día, cuando de repente todos fuimos llamados a cubierta. ¡Tuvimos una visita sorpresa! Una madre ballena jorobada y su cría recién nacida nadaban a solo 50 metros de nuestro yate. Sus suaves movimientos nos mostraron que no estaban realmente preocupados por nuestra presencia, que es más o menos la misma actitud de toda la vida salvaje en Galápagos.

Decidimos movernos rápidamente y obtener una vista más cercana de la familia. Abordamos nuestros botes y nos dirigimos lentamente hacia ellos. Una vez que todos nuestros huéspedes tuvieron una linda vista de estos hermosos animales, sucedió algo asombroso: los estábamos siguiendo en silencio mientras se dirigían a la punta sur de la isla cuando la cría decidió maravillarnos con sus primeros saltos. ¡Comenzó a saltar fuera del agua mientras su madre mostraba sus aletas como si aplaudiera el logro de su cría! La ballena jorobada bebé debe haber saltado alrededor de seis veces en dos ocasiones diferentes, mientras que a bordo de nuestros botes la observábamos con asombro. No había nubes a la vista esa mañana, y una suave brisa matutina sacudió nuestros botes mientras apreciábamos el increíble espectáculo que estas hermosas ballenas acababan de ofrecer para nosotros. En ese momento, mientras miraba las caras de sorpresa y alegría de nuestros huéspedes, estaba segura de que el recuerdo quedaría grabado en sus corazones para siempre. Y pensar que acababa de empezar nuestro primer día en Fernandina.