Cachalotes
Los cachalotes (Physeter macrocephalus) son los miembros más grandes de las ballenas dentadas (odontocetos), únicos en su forma por tener cabezas llamativamente grandes, que contienen una sustancia blanca lechosa llamada espermaceti (los primeros balleneros creían incorrectamente que esta sustancia era esperma, de ahí su nombre). El espermaceti (literalmente “esperma de ballena”) es una sustancia cerosa utilizada formalmente en cosmética, la industria del perfume, como lubricante, entre otros usos. Años más tarde, el aceite de la planta de jojoba demostró ser igualmente eficaz como alternativa a la matanza de ballenas.
Estas ballenas crecen hasta proporciones enormes, y se reporta que los machos superan los 20 metros de largo (67 pies) y alcanzan pesos impresionantes de más de 50 toneladas. Las hembras pueden alcanzar casi la mitad de las proporciones de los machos. ¡Al nacer, los cachalotes miden 4 metros/1 tonelada!
También poseen el cerebro más grande y pesado de todos en la naturaleza.
El comportamiento observado a menudo se denomina "flotar como tronco". Esto consiste en flotar en la superficie del mar, que se cree que se refiere a un tiempo de descanso y socialización. Cuando los cachalotes buscan comida (en su mayoría calamares gigantes), pueden llegar a profundidades extremas de más de 2.000 metros durante más de una hora en cada inmersión.
Los cachalotes han sido cazados activamente durante siglos en las Islas Galápagos, especialmente a principios del siglo XIX, hasta que su número se redujo significativamente hacia la década de 1860, lo que hizo que el largo viaje a Galápagos ya no fuera rentable. Los cachalotes continuaron siendo cazados en el Pacífico hasta la década de 1980. Incluso después de que se detuviera la caza, la población mundial de estos cetáceos no ha mostrado signos de recuperación y los avistamientos se han vuelto menos comunes. Los investigadores creen que las manadas pueden haberse trasladado a otras áreas de alimentación en el océano Pacífico. Este regreso de los cachalotes es celebrado entre naturalistas e investigadores. También es un logro que demuestra que los viajes sostenibles son clave para mantener el ecosistema del archipiélago.
